martes, 13 de octubre de 2009

Carlos Fabra, ¿un ejemplo?. EL PAIS

Mariano Rajoy, que tantas veces ha puesto la mano en el fuego por miembros de su partido imputados en casos de corrupción, debe poseer superpoderes que otorgan a sus miembros la cualidad de ser ignífugos y a su lengua el don de la tergiversación de la palabra y la realidad.
En más de una ocasión, el líder del Partido Popular ha definido al presidente de Castellón, Carlos Fabra, como un ejemplo ciudadano y político. Y hete aquí que de alguna torticera forma ha dado en el clavo. La última del susodicho Fabra, ese "ejemplar" hombre imputado en más de 10 delitos contra la Administración y la Hacienda que consigue por arte de birlibirloque no ser nunca juzgado, que amordaza a la oposición para eludir las preguntas inconvenientes y a cuyo líder califica como "hijo de puta" sin que se le altere el ademán, ha soltado otra perla digna de no pasar al olvido de los anales de la historia: que estos del PSOE hablen de corrupción es para que se te caigan los huevos del sitio. Y se ha quedado tan ancho.
Pero lo peor no es que este residuo del franquismo vomite su veneno a diestro y siniestro, posibilidad que le da la democracia que tanto denosta. Lo más grave a mi entender es que Rajoy tiene razón cuando lo califica de "ejemplar". Porque el modelo levantino de Camps, Costa o el mismo Fabra no sería posible si la ciudadanía no se viera reflejada en su peculiar gestión y, a través del voto, siguiera ratificándoles en sus cargos.
A don Carlos puede que se le caigan los testículos, pero a sus votantes lo que se les debería caer es la cara de vergüenza por seguir apoyando a un personaje que envilece los principios de un estado democrático.

miércoles, 25 de febrero de 2009

Carlos Fabra: "No sé la cantidad de gente que habré colocado en doce años"

La SER ha tenido acceso a una grabación realizada al presidente de la diputación de Castellón por miembros de su propio partido. "Porque el que gana las elecciones coloca a un sinfín de gente. Y toda esa gente es un voto cautivo. Ese es un voto cautivo. Supone mucho poder en un ayuntamiento, en una diputación. Yo no sé la cantidad de gente que habré colocado en doce años, no lo sé. Pero entre Penveta, Hospital, Instituto de Promoción Cerámica, Escuela Taurina, la diputación, el puerto... ni sé. Tonterías... Madre que quiere entrar en el colegio de la Consolación de Burriana... que está muy difícil... y esa señora es un voto agradecido. Por lo tanto, no hace falta que me extienda mucho más"


Fabra: "Yo no sé la cantidad de gente que habré colocado en 12 años" EL PAIS

"Yo no sé la cantidad de gente que habré colocado en 12 años...". Lo que era un secreto a gritos finalmente se puede oír en voz del propio presidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra (PP), en una grabación en la que admite utilizar la Administración para "colocar" a gente de la que, después, espera su "voto agradecido". "Porque el que gana las elecciones coloca a un sinfín de gente (...), y con las oposiciones puedes meter a uno o dos ayudantes", añade.
Para Fabra, ganar las elecciones "supone mucho poder en un ayuntamiento, en una diputación". La grabación, desvelada ayer por la Cadena SER, corresponde a una conversación, antes de las pasadas elecciones municipales, con un miembro de su partido, el PP. Esos comentarios suponen, a juicio de la oposición, una "autoinculpación" de Fabra, a quien un juzgado de Nules investiga por supuesto fraude fiscal y tráfico de influencias. El portavoz socialista en la diputación, Francesc Colomer, exigió una "explicación inmediata".

"Ni sé", dice Fabra en referencia al número de personas que ha colocado. Y cita entre las entidades donde ha practicado el enchufismo la Diputación, donde mantiene contratados a más de una treintena de asesores. También asegura haber colocado a conocidos en el Hospital Provincial, el Instituto de Promoción Cerámica, dependiente de la Diputación; la Escuela Taurina, un proyecto puesto en marcha por Fabra; el complejo socioeducativo de Penyeta Roja, también dependiente de la Diputación, y el Puerto de Castellón, integrado en Puertos del Estado pero cuyo personal está transferido a la comunidad autónoma, con lo que la designación de su plantilla y del consejo de administración, al que pertenece Fabra, depende de la Generalitat Valenciana.

"Voto cautivo"

En todos ellos y en algunos otros, según palabras del propio Carlos Fabra, se puede "colocar a un sinfín de gente, asesores, secretarios, directores generales, subdirectores, subsecretarios, asesores de los consejeros, directores territoriales, secretarias de no sé qué... (...). Y toda esa gente es un voto cautivo. Ese es un voto cautivo, que lo tengáis muy claro", añade.
Fabra pone un ejemplo, una "tontería", según él. "Madre que quiere entrar en el colegio de la Consolación de Burriana. Está muy difícil. No hace falta, Fabra llama a Baila y Baila mete en ese colegio y esa señora es un voto agradecido". Se refiere a Francisco Baila, entonces director territorial de Educación en Castellón y actualmente director general de Centros Docentes de la Generalitat Valenciana, que está siendo investigado por un posible delito de prevaricación después de que CC OO lo acusara de intervenir irregularmente en el proceso de matriculación del colegio de la Consolación, pero no de Burriana, sino de Castellón.